House aparcó su Repsol Honda en el sitio de siempre y miró el espacio que le corresponde a Cuddy. Un maldito nuevo día en donde la "dulce" vocecita de Cuddy se hará por todo el hospital, pensó, pero no contaba que en vez de ver el auto de Cuddy, vería una moto. Específicamente, una OCC T-Rex Softail. Miró algo extrañado, pero sonrió maliciosamente para sus adentros en la noche salvaje que debió haber pasado su queridísima jefa.
Entró al hospital y se dirigió a su oficina, pero vio a lo lejos que entraba mucha gente con cajas, muebles y cosas por el estilo. Así que apuró el tranco y ¡Sorpresa!: Cuddy estaba hablando con Chase, Cameron y Foreman, pero definitivamente, lo peor de la escena fue ver otro escritorio en su oficina. Eso significaba que...
- ¡House, que bueno que llegaste! Te presento a...
- ¿A quién se le ocurrió la genial idea de instalar otro escritorio en mi oficina?
Cameron, Chase y Foreman, como siempre, miraron mudos la escena: era demasiado temprano como para empezar peleando con su quisquilloso jefe.
- ¿Acaso no puedes soportar a una colega en tu espacio sagrado? - El desconocido, o en este caso, la desconocida entró en ese mismo momento a la oficina: de tez morena, 1.65 metros de estatura, linda figura, ojos color café y cabello de color negro, bastante desordenado y largo. Como tenía su bata desabrochada, pudo ver que llevaba un vestido de color verde oliva, de mangas 3/4, escote V (lo que dejaba un poco a la imaginación), ajustado hasta la cadera, donde comenzaba a caer hasta las rodillas en un corte irregular.
- Vaya, trajiste a una modelo de Victoria Secret disfrazada de médico... ¡Dios mío, como has podido caer tan bajo!
Cuddy abrió la boca, en señal de protesta, pero no articuló palabra. Cameron se rió un poquito con el comentario y los otros dos estaban embobados mirando la hermosa... espalda de nueva colega La muchacha miró de los pies a la cabeza a su nuevo jefe y se acercó lentamente, hasta quedar a espaldas de él.
- Primero, me llamo Sophie Templeton. Segundo, te agradezco el halago a mi figura. Y tercero -la mano de la chica comenzó a recorrer la espalda de House - Soy bioquímico y epidemióloga, así que comienza a demostrar un poquito más de respeto hacia mi persona. - Y con su puño derecho, golpeó la escápula de House, lo que provocó un fuerte crujido y un alarido, muy fuerte.
- ¡Ouch! -dijo House - ¿Quién crees que soy? ¿Tu... - e increíblemente, comenzó a bostezar. Los fieles súbditos y la Decano abrieron la boca asombrados: sin Vicodin, House no podía dormir. - Ah, no: si pretendes que me quede dormido con tal de que te quedes en mi oficina, no resultará.
- Si lo hará. - Contestó, mientras se colocaba frente a él.
- Que no.
- Te digo que si va a resultar - y una sonrisa de triunfo comenzó a aparecer en su rostro.
- Y yo digo que no, así que anda borrando tu sonrisa de modelo. - Y la miró satisfecho: la chica borró de inmediato su sonrisa, tomó su brazo y lo tiró: un nuevo crujido se sintió y los ojos de su querido jefe se cerraron y Cuddy, quién estaba más cerca de él, lo sostuvo, mientras que Sophie lo acomodaba en el sillón. - Que descanses bien.
- Increíble - dijeron Foreman, Chase y Cameron al mismo tiempo.
- ¿Qué demonios le hiciste, Sophie? -Preguntó Cuddy, en estado de shock.
- Trabajé un tiempo en la consulta de un quiropráctico y además, tomé algunos cursos de fisioterapia. Así que este bebé dormirá profundamente entre 3 a 5 horas y no será por una triple dosis de Vicodin, así que cuando despierte, tendrá que agradecérmelo.
Cuddy sonreía maliciosamente.
- Digna sobrina mía tenías que ser... te dejo a cargo, entonces - y le entró la ficha del paciente. - Hombre, 40 años, presenta dolor y rigidez en las articulaciones.
- Puede ser una simple tendinitis.
- Es VIH positivo. -Respondió.
- ¿Fase final? -Preguntó Chase.
- Comenzó el tratamiento hace 6 meses: averigüen si es un efecto secundario y determinen un tratamiento que no interfiera con el que lleva actualmente. - Dicho esto, se retiró. Cameron miraba fijamente a Sophie y comenzó a parecerle sospechoso.
- ¿Algún problema, Dra. Cameron?
Los chicos miraron a su compañera: en el momento en que Sophie cruzó el umbral de la oficina, olfatearon que habrían problemas.
- ¿Así que eres sobrina de la Decano de Medicina?
La chica la miró despectivamente.
- Si crees que entré aquí por conexiones, pues te equivocas: Estuve trabajando este último tiempo en Londres, pero debido a una situación personal, regresé a América a trabajar como profesora de Bioquímica. El que esté aquí como médico fue tan sólo una consecuencia: lo mío es el laboratorio.
Chase esbozó una fina sonrisa: sabía muy bien que su compañera debía de estar celosa, ya que le había salido competencia en la cruzada "Conquistar a House".
- Así que eres epidemióloga... Cameron, sé más dulce con tu nueva colega: tendrán que trabajar estrechamente. -Foreman la miró con cara de inocencia, mientras que la aludida lo fulminaba con su mirada. Pero aún así, siguió preguntando.
- ¿Y se puede saber cuál fue tu situación personal que te hizo volver a América?
Sophie bajó la mirada por un instante y la miró: esta vez, todo brillo de sus ojos había desaparecido y suspiró.
- Larga historia.
Entró al hospital y se dirigió a su oficina, pero vio a lo lejos que entraba mucha gente con cajas, muebles y cosas por el estilo. Así que apuró el tranco y ¡Sorpresa!: Cuddy estaba hablando con Chase, Cameron y Foreman, pero definitivamente, lo peor de la escena fue ver otro escritorio en su oficina. Eso significaba que...
- ¡House, que bueno que llegaste! Te presento a...
- ¿A quién se le ocurrió la genial idea de instalar otro escritorio en mi oficina?
Cameron, Chase y Foreman, como siempre, miraron mudos la escena: era demasiado temprano como para empezar peleando con su quisquilloso jefe.
- ¿Acaso no puedes soportar a una colega en tu espacio sagrado? - El desconocido, o en este caso, la desconocida entró en ese mismo momento a la oficina: de tez morena, 1.65 metros de estatura, linda figura, ojos color café y cabello de color negro, bastante desordenado y largo. Como tenía su bata desabrochada, pudo ver que llevaba un vestido de color verde oliva, de mangas 3/4, escote V (lo que dejaba un poco a la imaginación), ajustado hasta la cadera, donde comenzaba a caer hasta las rodillas en un corte irregular.
- Vaya, trajiste a una modelo de Victoria Secret disfrazada de médico... ¡Dios mío, como has podido caer tan bajo!
Cuddy abrió la boca, en señal de protesta, pero no articuló palabra. Cameron se rió un poquito con el comentario y los otros dos estaban embobados mirando la hermosa... espalda de nueva colega La muchacha miró de los pies a la cabeza a su nuevo jefe y se acercó lentamente, hasta quedar a espaldas de él.
- Primero, me llamo Sophie Templeton. Segundo, te agradezco el halago a mi figura. Y tercero -la mano de la chica comenzó a recorrer la espalda de House - Soy bioquímico y epidemióloga, así que comienza a demostrar un poquito más de respeto hacia mi persona. - Y con su puño derecho, golpeó la escápula de House, lo que provocó un fuerte crujido y un alarido, muy fuerte.
- ¡Ouch! -dijo House - ¿Quién crees que soy? ¿Tu... - e increíblemente, comenzó a bostezar. Los fieles súbditos y la Decano abrieron la boca asombrados: sin Vicodin, House no podía dormir. - Ah, no: si pretendes que me quede dormido con tal de que te quedes en mi oficina, no resultará.
- Si lo hará. - Contestó, mientras se colocaba frente a él.
- Que no.
- Te digo que si va a resultar - y una sonrisa de triunfo comenzó a aparecer en su rostro.
- Y yo digo que no, así que anda borrando tu sonrisa de modelo. - Y la miró satisfecho: la chica borró de inmediato su sonrisa, tomó su brazo y lo tiró: un nuevo crujido se sintió y los ojos de su querido jefe se cerraron y Cuddy, quién estaba más cerca de él, lo sostuvo, mientras que Sophie lo acomodaba en el sillón. - Que descanses bien.
- Increíble - dijeron Foreman, Chase y Cameron al mismo tiempo.
- ¿Qué demonios le hiciste, Sophie? -Preguntó Cuddy, en estado de shock.
- Trabajé un tiempo en la consulta de un quiropráctico y además, tomé algunos cursos de fisioterapia. Así que este bebé dormirá profundamente entre 3 a 5 horas y no será por una triple dosis de Vicodin, así que cuando despierte, tendrá que agradecérmelo.
Cuddy sonreía maliciosamente.
- Digna sobrina mía tenías que ser... te dejo a cargo, entonces - y le entró la ficha del paciente. - Hombre, 40 años, presenta dolor y rigidez en las articulaciones.
- Puede ser una simple tendinitis.
- Es VIH positivo. -Respondió.
- ¿Fase final? -Preguntó Chase.
- Comenzó el tratamiento hace 6 meses: averigüen si es un efecto secundario y determinen un tratamiento que no interfiera con el que lleva actualmente. - Dicho esto, se retiró. Cameron miraba fijamente a Sophie y comenzó a parecerle sospechoso.
- ¿Algún problema, Dra. Cameron?
Los chicos miraron a su compañera: en el momento en que Sophie cruzó el umbral de la oficina, olfatearon que habrían problemas.
- ¿Así que eres sobrina de la Decano de Medicina?
La chica la miró despectivamente.
- Si crees que entré aquí por conexiones, pues te equivocas: Estuve trabajando este último tiempo en Londres, pero debido a una situación personal, regresé a América a trabajar como profesora de Bioquímica. El que esté aquí como médico fue tan sólo una consecuencia: lo mío es el laboratorio.
Chase esbozó una fina sonrisa: sabía muy bien que su compañera debía de estar celosa, ya que le había salido competencia en la cruzada "Conquistar a House".
- Así que eres epidemióloga... Cameron, sé más dulce con tu nueva colega: tendrán que trabajar estrechamente. -Foreman la miró con cara de inocencia, mientras que la aludida lo fulminaba con su mirada. Pero aún así, siguió preguntando.
- ¿Y se puede saber cuál fue tu situación personal que te hizo volver a América?
Sophie bajó la mirada por un instante y la miró: esta vez, todo brillo de sus ojos había desaparecido y suspiró.
- Larga historia.
ºOºOºOºOº
House se desperezó tranquilamente: había dormido como nunca y lo curioso, es que nadie había intentado despertarlo. Pero al comenzar a recordar cómo fue que había terminado durmiendo, tomó el bastón y pretendía salir de la oficina , pero en cuanto vio a Sophie acercarse, se quedó en su lugar y esperó el momento preciso para detenerla con un amoroso golpe de su bastón.
- ¡Mierda! - y comenzó a sobarse el pecho, el cual fue el afortunado blanco de la furia de House.
- Buenas tardes. -Le dijo House amablemente.
- Vaya, al fin despertaste dormilón. -Le dijo con una sonrisa irónica, mientras intentaba entrar a la oficina, pero su jefe no era muy cooperativo. – Dime ¿Qué se siente poder dormir sin tener que tomar una triple dosis de Vicodin?
- Cómo si tuviera cálculos renales inoperables. Dime... ¿Cuál era tu nombre? ¿Naomi?
- Sophie Templeton.
- Muy bien, Templeton... ¿Por qué no me entregas el caso y me permites hacer el trabajo que tu y esos tres idiotas no pueden realizar?
- Porque ya sé cual era la enfermedad que sufría. - Ya hartada de estar en el umbral de la oficina, pateó el bastón, el cuál se partió en dos, y entró triunfante a la oficina. House se quedó con la boca abierta y vio su bastón partido en dos.
- ¡Has roto mi bastón! - Sophie comenzó a buscar rápidamente en su escritorio dos libros muy pesados y varios papers referentes a estudios médicos.
- Te compraré uno nuevo siempre y cuando pueda quedarme aquí hasta que me entreguen mi nueva oficina. - La chica se quitó el delantal, tomó un bolso deportivo y pretendía salir de ahí.
- ¿Qué te hace creer que aceptaré?
- Uno: aceptarás porque te mueres por saber el diagnóstico del paciente y ver si de verdad hice bien mi trabajo. Dos: porque no serás capaz de rechazar mi oferta de realizar tus horas clínicas atendiendo casos comunes que no merecen tu atención. Claro, que la última parte quedará condicionada a tu trato conmigo: si portas mal, tendrás que cumplir con mis horas clínicas y mis clases.
- Así que te gusta apostar. - La miró fijamente, mientras se perdía en su figura. Ella sólo sonrió y se acercó a su oído.
- Yo siempre gano. - Contestó, mientras le daba un meloso beso en la mejilla y salía de ahí. No había dado más de diez pasos, cuando sintió que le gritaban.
- ¡Acepto, pero te aseguro que perderás!
Ella sonrió para sí y respondió mentalmente.
Eso es lo que tú crees.
- ¡Mierda! - y comenzó a sobarse el pecho, el cual fue el afortunado blanco de la furia de House.
- Buenas tardes. -Le dijo House amablemente.
- Vaya, al fin despertaste dormilón. -Le dijo con una sonrisa irónica, mientras intentaba entrar a la oficina, pero su jefe no era muy cooperativo. – Dime ¿Qué se siente poder dormir sin tener que tomar una triple dosis de Vicodin?
- Cómo si tuviera cálculos renales inoperables. Dime... ¿Cuál era tu nombre? ¿Naomi?
- Sophie Templeton.
- Muy bien, Templeton... ¿Por qué no me entregas el caso y me permites hacer el trabajo que tu y esos tres idiotas no pueden realizar?
- Porque ya sé cual era la enfermedad que sufría. - Ya hartada de estar en el umbral de la oficina, pateó el bastón, el cuál se partió en dos, y entró triunfante a la oficina. House se quedó con la boca abierta y vio su bastón partido en dos.
- ¡Has roto mi bastón! - Sophie comenzó a buscar rápidamente en su escritorio dos libros muy pesados y varios papers referentes a estudios médicos.
- Te compraré uno nuevo siempre y cuando pueda quedarme aquí hasta que me entreguen mi nueva oficina. - La chica se quitó el delantal, tomó un bolso deportivo y pretendía salir de ahí.
- ¿Qué te hace creer que aceptaré?
- Uno: aceptarás porque te mueres por saber el diagnóstico del paciente y ver si de verdad hice bien mi trabajo. Dos: porque no serás capaz de rechazar mi oferta de realizar tus horas clínicas atendiendo casos comunes que no merecen tu atención. Claro, que la última parte quedará condicionada a tu trato conmigo: si portas mal, tendrás que cumplir con mis horas clínicas y mis clases.
- Así que te gusta apostar. - La miró fijamente, mientras se perdía en su figura. Ella sólo sonrió y se acercó a su oído.
- Yo siempre gano. - Contestó, mientras le daba un meloso beso en la mejilla y salía de ahí. No había dado más de diez pasos, cuando sintió que le gritaban.
- ¡Acepto, pero te aseguro que perderás!
Ella sonrió para sí y respondió mentalmente.
Eso es lo que tú crees.
Es puro House. Me encanta!!!
ResponderEliminarCreo que por ahora reflejas muy bien a los personajes, aunque ya se verá como sigue la historia, porque no creo que House vaya a ser tan fácil de derrotar.
Ánimo
Me gusta mucho este piloto o primer capítulo, aunque eso no es un secreto puesto que ya te lo he dicho por mail. Solo espero y deseo que mantengas el nivel en el futuro porque, sinceramente, has conseguido reflejar muy bien a los personajes.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por sus reviews!
ResponderEliminarY pensar que iba a eliminar esta historia de mis archivos de fanfics... aunque ahora definitivamente lo he reconsiderado, jejeje.
Aunque debo ser el único que no sigue la serie, debo decirte que me ha gustado tu trabajo y la idea de que este nuevo personaje le plante cara dignamente a House. ¡Esperamos nuevas batallas dialécticas entre el doctor y Sophie!
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